EL SANTO HOMBRE
En una comunidad vivía un santo hombre que era muy querido y respetado. Ayudaba a todos de diferentes maneras y tenía un pequeño grupo de jóvenes a quienes orientaba.
Un día una de las mujeres jóvenes se quedó embarazada y como su padre era muy violento, tuvo miedo e inventó que el santo hombre era el causante. El padre le reclamó, lo insultó y propagó esto en toda la población y todos se pusieron en su contra.Una vez que nació el niño se lo fue a entregar y el santo hombre únicamente dijo: “Bueno...” y recibió al niño.Luego, todo el pueblo le dijo que se fuera que ya no lo querían y el santo hombre sólo dijo: “Bueno...”, se fue con el niño y vivió muchas penurias.
Pasado un tiempo la joven se arrepintió porque su conciencia le reclamó fuerte y terminó confesando al padre la verdad. Éste se avergonzó y junto con la joven lo localizaron para pedirle perdón y que les devolviera el niño y el santo hombre sólo dijo: “Bueno...”. Posteriormente todo el pueblo se avergonzó y fueron a buscar al santo hombre, le pidieron perdón y le rogaron que volviera y el santo hombre solo dijo: “Bueno...”.
El santo hombre creció enormemente en respeto y valoración en la conciencia del pueblo y su enseñanza penetró más profundamente.La no violencia contra la injusticia, mentira y maldad de los demás permite que la justicia divina intervenga para colocar las cosas en su justa medida.
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